No tomes decisiones basadas en tu mente. La mente funciona desde tu condicionamiento y patrones conocidos. Para tener una vida alegre y contenta, basa tus decisiones en tu corazón. Hace muchos años estuve en San Francisco y me encantó la cuidad. Me ofrecieron trabajo para dar sesiones en un sitio de Yoga muy conocido y recurrido en la cuidad. Me encantó la idea. Tuve que tomar una decisión, volver a Canarias o quedarme en San Francisco. Que decisión mas difícil. Una amiga me propuso lo siguiente: Cierra los ojos e imagínate que estas en San Francisco viviendo y trabajando. ¿Cómo te sientes? Luego haz lo mismo imaginándote viviendo en Canarias. ¿Cómo te sientes? Y ahora: ¿Dónde te has sentido más feliz? En mi caso fue Canarias. Así que volví. Este ejercicio es buenísimo para tomar decisiones desde tu corazón. Si te dejas guiar por la felicidad, tu vida siempre será feliz. Si te dejas llevar por sacrificios y obligaciones, esto es lo que tendrás. Tu eliges. Cuando no sabes que elegir, cierra tus ojos y siente como te sientes con una cosa y luego repite el ejercicio con la otra. Ya tienes la solución.