Ser Renacedor es un camino de conciencia, presencia y amor.
Un Renacedor acompaña a otros en su proceso de transformación, ayudándoles a liberar creencias limitantes y abrirse a una nueva percepción de sí mismos y de la vida.
Más que guiar, un Renacedor sostiene un espacio seguro y sagrado donde las personas pueden reconectarse con su respiración, su energía y su verdad interior. Enseña desde su propia experiencia, desde lo que ya ha practicado, integrado y vivido.
El propósito principal del Rebirthing es aprender a sanarse uno mismo y reconocer cómo cada pensamiento, emoción y respiración contribuye a crear nuestra realidad.
Un Renacedor sabe que todos somos parte de una misma fuente, y a la vez, expresiones únicas e irrepetibles de esa unidad.
El ciclo energético
Uno de los aspectos esenciales del trabajo del Renacedor es enseñar a completar un ciclo energético: permitir que la energía fluya libremente a través de la respiración consciente y conectada.
Este proceso natural lleva a la persona a soltar tensiones, dolor, drama, miedo o traumas, transformándolos en relajación, comprensión y paz interior.
El Renacedor no controla ni dirige el proceso; la energía misma es la guía y la sanadora. El ciclo se completa cuando todo lo que surge —síntomas, emociones o recuerdos— es integrado con amor y respiración consciente.
El papel del Renacedor
El Renacedor comprende que no “sana” a su cliente.
Su función es estar presente, atento y en silencio interior, sosteniendo un espacio de confianza donde el otro pueda entregarse al proceso.
La energía de la vida es infinitamente más sabia que nosotros; nuestra tarea es permitir que ella actúe.
Acompañar a alguien en su proceso de sanación es un honor profundo y una experiencia sagrada. Es un acto de humildad, de servicio y de conexión con lo divino que vive en cada ser humano.
La danza de la vida
Ser Renacedor también implica vivir con conciencia esta danza sagrada entre hacer y dejar hacer, dar y recibir, inhalar y exhalar.
Como en el ejemplo del alimento: nosotros lo preparamos, pero es la inteligencia de la vida la que lo transforma dentro de nosotros.
De igual manera, en una sesión de Rebirthing, la persona respira energía… y luego la energía hace su trabajo.
Por eso, un verdadero Renacedor mantiene su práctica personal de respiración consciente y conectada.
Solo respirando y limpiando su propia energía puede estar realmente al servicio de la vida y del amor.