Esta técnica fue descubierta por Leonard Orr en Estados Unidos en las décadas de 1960 y 1970 por entrega de un Yogi de la India, Babaji, maestro del maestro de Yogananda (Autobiografía de un Yogi). Se basa fundamentalmente en ejercicios físicos de respiración consciente (la persona pone la atención en su respiración) y conectada o circular (sin interrupción entre exhalación e inhalación) y en técnicas de pensamiento creativo.
La respiración es el aliento de la vida y tal y como lo conocemos los occidentales representa el mundo sutil intermedio entre el cielo y la tierra.
La ciencia de la respiración es antiquísima y responde con el término oriental que muchos conocemos como «Ciencia del Pranayama». El Prana y para nosotros el Aliento de Vida, es la energía que inunda y mueve nuestro mundo. La respiración es el puente que enlaza nuestro mundo interior con el exterior. En la inhalación respiramos la vida y en la exhalación nos relajamos en ella en una cadena infinita-vida-descanso-vida. Con la respiración podemos regenerarnos a nosotros mismos. Los tejidos se renuevan y las células también. Es una energía curativa y nutritiva que podemos disponer de ella en todo momento.
Nuestra respiración refleja nuestros pensamientos y actitudes para con nosotros mismos, hacia la vida en general y hacia los demás. Respiramos tal y como vivimos. A través de la respiración podemos ver y conocer bastante acerca de la persona, sobre todo, como se sitúa acerca de la vida y de la muerte.